
Llega el verano y con él las pocas personas que no las llevan durante el resto del año, sacan sus gafas de sol. Para mi son un accesorio más durante todo el año, considerándolas como una parte más de nuestro look. De hecho, es importantísimo tener en cuenta los rasgos de nuestra cara a la hora de comprar unas gafas de sol, anteponiendo esto a cualquier moda.
Un año más el espíritu de Anna Wintour ( editora de VOGUE Estados Unidos e inseparable de sus gafas de sol) se apodera de muchas personas y empezamos a ver gente dentro de locales o medios de transporte con sus gafas de sol puestas. Si no es por recomendación médica, esto está fuera de lugar y lo está mucho más si vas a hablar con una persona puesto que la harás sentir incómoda. No hay nada más inquietante que estar viendo tu reflejo mientras hablas con un cristal opaco.
Otro de los usos que también se le suele dar a las gafas de sol es el de diadema: Señoras que a la par que entran en algún sitio, se suben las gafas a modo de barrera contra su pelo. Lo mismo pasa con ciertos señores quienes llevan sus gafas a cual tiara en la cabeza mientras no están en la calle. Es aconsejable evitar darle a las gafas de sol cualquiera de estos dos usos puesto que además de no ser nada elegante tampoco favorecerá nuestro look.
Siempre que alguien me consulta recomiendo ,tanto en accesorios como en ropa ,anteponer siempre lo que nos favorece a las tendencias. Si algo nos favorece y encima es tendencia, pues mejor que mejor, pero jamás comprar algo solamente porque esté de moda. Una premisa es ser fiel a nuestro estilo y encontrar las gafas de sol que mejor lo representen y se adapten a él.
Hablando de gafas de sol, este año sigue la ola retro y los modelos de pasta con formas redondeadas son un must have en todas las ópticas y accesorios de marcas. El tamaño de estas gafas por lo general es bastante pequeño, lo cual hará que se tengan solo en cuenta para caras pequeñas y con rasgos marcados para suavizarlos. Lo ideal son las marcas, como por ejemplo Rayban, las cuales tienen dos tamaños de muchos modelos como pasa con las aviator.
Nos suele costar bastante cambiar de modelo de gafas de sol porque nos vemos raros. Lógico, después de usar durante años y años el mismo modelo el cambio hace que nos veamos raros (sucede lo mismo con la ropa). Pero yo aconsejo siempre tener varios modelos e ir alternándolos acorde a nuestro outfit y acorde a la ocasión. En este caso es muy recomendable que nos acompañe alguien (a falta de un buen asesor de imagen que sea alguien sincero/a…) para que pueda darnos su opinión cuando nos probemos nuevos modelos de gafas de sol.
Aunque a veces les prestemos poca atención, las gafas de sol pueden ser una forma más de expresar quién somos y qué sentimos en cada momento. ¿Os imagináis a Audrey Hepburn frente al escaparate sin sus gafas? ¿ A Karl Lagerfeld? ¿Anna Wintour? O incluso al protagonista de Matrix o Men in black… Ninguno de ellos sería lo mismo sin sus gafas de sol.