
A estas alturas estoy seguro que tienes más que claro la importancia que tiene tu imagen en tu vida profesional y personal. Pero si aun te resistes al cambio, espero que con este post tomes la firme decisión de abandonar tu zona de confort y ponerte manos a la obra creando, mejorando y manteniendo la imagen personal y profesional que siempre has querido y la cual es el mejor reflejo de tu personalidad.
Tu oportunidad dura 7 segundos
Cuando nos presentamos por primera vez ante un desconocido/a, en los primeros siete segundos esa persona se habrá formado ya una idea o primera impresión sobre nosotros. En función de la imagen que le hayamos transmitido en este breve espacio de tiempo, él o ella nos prestará más o menos atención durante el resto de la conversación, entrevista, etc… Esto no solo se aplica en el ámbito profesional, donde por supuesto que si durante esos primeros siete segundos agradamos a un cliente, estará mucho más receptivo a todo lo que le contemos sobre nuestro producto/empresa. En nuestra vida privada sucede exactamente lo mismo y sino piensa en el gran número de personas con las que mantienes algún tipo de conversación a lo largo del día… Los primeros siete segundos funcionan y son igual de importantes en todos los ámbitos de tu vida.
Sabiendo esto , como te podrás imaginar, la importancia que tiene la imagen durante estos siete segundos es máxima. Pero recordemos que la imagen no es un estándar de belleza, sino la suma de nuestro físico, nuestra ropa y nuestra actitud.
¡ Sal de tu zona de confort !
No dudamos de la importante que es tener una imagen adecuada, una imagen que exprese quién eres y qué puedes aportar. Entonces ¿Porqué no trabajamos para que nuestro aspecto sea favorecedor en todas las situaciones personales y profesionales? Porque esto implica un cambio y todo cambio – hasta que nos adaptamos a la nueva situación– requiere un esfuerzo por nuestra parte. Llegados a este punto es dónde entra en juego la zona de confort, aquella dónde muchas personas se auto-convencen diciendo eso de » más vale malo conocido…» y otras expresiones similares que no aportan nada a la persona. En el fondo solamente es una excusa para no tener que hacer el esfuerzo y ponerte a trabajar en tu cambio o mejora de imagen personal o profesional.
Un asesor de imagen puede ayudarte a acortar el camino y hacer que todo el proceso sea más sencillo , pero el compromiso debes adquirirlo tu y el esfuerzo tendrás que hacerlo también tu – hasta que este cambio se convierta en un hábito y dicho esfuerzo desaparezca para dar paso a la satisfacción del trabajo bien hecho y de conseguir un objetivo.
A mi es que la moda …
Olvídate de lo que conoces cómo moda puesto que muy poco tiene que ver con una mejora de tu imagen personal y profesional ( al menos en una primera etapa del proceso de trabajo la moda no tendrá mucha importancia). Se trata de ser consciente y saber tu imagen es lo primero que ve el resto del mundo de ti. Si esta se corresponde con tu personalidad y con el valor que puedes aportar, las demás personas abrirán sus puertas para que puedas mostrarles el resto de tus cualidades. Pero si la imagen que proyectas no es la adecuada, será motivo suficiente para no otorgarte toda su confianza y por tanto todo lo que aportes posteriormente será visto como algo con menor valor por parte de tu interlocutor.
¡Enhorabuena!
Una vez que has tomado la firme decisión de hacer lo posible para mejorar tu imagen personal y profesional, no dudes ni un momento y sal de tu zona de confort. Te aseguro que en mucho menos tiempo del que puedas imaginar todas las personas que te rodean notarán no solo una mejora en tu imagen pero también en tu actitud, puesto que la imagen adecuada te dará seguridad y confianza en ti mismo.
Una vez que consigues subir el escalón, integrarás todo lo aprendido en tu rutina y se convertirá en un hábito el cual requerirá muy poco esfuerzo mantenerlo. Merece la pena intentarlo.. ¿No?