
Desde el momento en el que te planteas la posibilidad de contar con la ayuda de un asesor de imagen es porque sabes que algo hay que cambiar, mejorar o lograr. Te pones manos a la obra buscando un profesional que te oriente para dar este paso, lo encuentras y cuando solo te queda decidir qué día quieres comenzar te asaltan mil dudas sobre si esto que estás a punto de hacer es conveniente o no para ti y decides dejarlo «aparcado» de momento.
Esta reacción es comprensible puesto que cualquier cambio que nos planteamos en nuestra vida requiere un esfuerzo por nuestra parte al enfrentarnos a algo desconocido para nosotros. De hecho, es este esfuerzo el que a veces nos hace crear barreras a la hora de tomar la decisión de contar con un profesional de la imagen para que nos oriente y ayude.
Veamos cuales son las barreras más habituales que solemos ponernos cuando nos planteamos contratar un asesor de imagen para que nos ayude:
Contenido
¿Barreras para mejorar tu imagen? ¡Veamos si son ciertas!
«Lo haré cuando pierda peso»
El peso y la talla no son para nada factores determinantes a la hora de conseguir que una persona pueda lucir una imagen perfecta y atractiva.
Teniendo en cuenta que estás adelgazando, estudiaremos juntos qué prendas son las más convenientes . Verte bien por fuera te motivará y será de gran ayuda para seguir con tu propósito. Además, tienes que considerar la imagen no cómo un estándar de belleza dónde se toman como referencia modelos profesionales «perfectas» para empezar a ser consciente de tu potencial y de tu atractivo. En el momento que veas como mejora tu imagen haciendo los cambios adecuados en tu vestuario ( y si es necesario en tu peinado y peluquería también) la confianza y seguridad en ti mismo también aumentarán.
«Supone un gasto económico»
Conseguir la imagen que realmente te favorece y que va acorde a tu estilo de vida no es un gasto, sino una inversión. Hacemos gastos muchísimo mayores en objetos o para nuestro ocio por lo que invertir en ti mismo/a está más que justificado. Muchas de las personas que te cruzarás a lo largo de tu vida jamás verán la vivienda que tienes o tu coche, pero si te verán a ti y a tu imagen.
Además, piensa por un momento en todo lo que has gastado a lo largo de un año en ropa, maquillaje, peluquería, accesorios etc…¿Mucho o parte de esto has terminado no usándolo o pensando que has gastado el dinero en algo que realmente no te satisface?
Un asesor de imagen te indicará qué prendas y colores son los que más te favorecen, en qué criterios basarte para comprar ropa fácilmente combinable entre si, y seguramente también te evitará gastar dinero en prendas innecesarias que finalmente terminarán colgadas en tu armario ocupando espacio y sin ningún uso.
Aunque incialmente pueda parecerte que contratar un asesor de imagen es un gasto, a medio plazo te darás cuenta de que es un inversión que te ahorrará tiempo, preocupaciones y dinero.
«Esto puedo hacerlo yo solo/a «
La mayoría de las personas adquieren los conocimientos que tienen sobre moda a través de su propia experiencia. Por supuesto que se puede desarrollar una cierta habilidad para comprar o conjuntar ropa pero esto no es ninguna garantía para que una persona sin conocimientos sobre imagen personal o profesional sea capaz de crear un fondo de armario perfecto para una persona , en el cual toda la ropa le siente bien, los colores sean los idóneos acorde a la imagen de la persona y además sean combinables entre si la mayor parte de las prendas. O bien que se haga cargo de la imagen profesional de una persona teniendo la habilidad de guiarle no solo en la parte de su vestuario sino también con indicaciones sobre protocolo, expresión no verbal, imagen de marca personal, etc…
Un buen asesor de imagen está acostumbrado a ver multitud de tejidos, prendas, figuras corporales, infinidad de estilos y habrá gestionado la imagen de todo tipo de profesionales con requisitos específico en función de cada puesto. Además, dispondrá de un amplísimo portfolio con todas las tiendas de ropa imaginables, conociendo todas las nuevas colecciones, las colecciones permanentes, rango de precios de cada tienda y posibles descuentos.
Si además añadimos la formación que ha de tener un asesor de imagen profesional, llegamos la conclusión que es imposible que una persona sin las características anteriores pueda aportar el mismo valor a nuestra imagen que un profesional.
Hace tiempo escribía un post sobre este tema y ponía como ejemplo que por mucho que nos guste hacer deporte e incluso por muchos años que hayamos practicado una determinada disciplina , los avances jamás serán tan rápidos y seguros haciéndolo por nuestra cuenta que teniendo a nuestro lado a un profesional ( llámese entrenador personal) que nos guíe tanto en el deporte que estamos haciendo como en todo lo relacionado con el mismo.
«No quiero verme disfrazado/a»
Este punto es fundamental, puesto que la profesionalidad de un buen asesor de imagen corresponde en parte a saber el estilo que tiene su cliente para conservarlo pero mejorándolo al máximo. Cualquier cambio que se haga será siempre previa autorización del cliente y argumentado por parte del asesor de imagen el porqué de dicho cambio. Además, parte de la labor del asesor consiste en plantear nuevas opciones fuera de la zona de confort del cliente ( teniendo en cuenta siempre su estilo, su gusto y el objetivo del cliente).
Jamás he tenido dos clientes/as con el mismo gusto, con el mismo estilo o con los mismos objetivos por los cuales me contrataban. Por estos motivos tampoco no hay dos asesorías de imagen que sean iguales o dos rutas de tiendas que coincidan jamás. Todo el proceso se lleva a cabo de forma totalmente personalizada para cada cliente , lo que require una buena comunicación para llegar a comprender todo lo dicho anteriormente.
Tu imagen ha de corresponderse con tu personalidad para que puedas decirle al mundo quién eres y qué puedes aportar.
Tu imagen influye en tu estado de ánimo, en tu comportamiento y en la percepción que los demás tienen de ti tanto a nivel personal como profesional. Puede ser una barrera para conseguir lo que quieres o bien gestionada es una garantía para ayudarte a conseguir tus objetivos.
Cada vez más personas tienen claro que no hay mejor inversión que la hacemos en nosotros mismos y al igual que confiamos nuestras finanzas, nuestros temas legales y varios aspectos más de nuestras vidas a profesionales formados y expertos en dichos campos, sería recomendable que nuestra imagen y todo lo relacionado con ella fuese gestionada por un profesional.