
Los que me conocéis sabéis que siempre repito hasta la saciedad que el estilo se compone aspecto más actitud. Podemos estar impecables y con un outfit realmente favorecedor, pero si nuestro comportamiento no es acorde a nuestro aspecto estaremos lejos de tener el tan anhelado estilo.
Por este motivo, he decidido escribir una serie de post relacionados con el estilo y tratar de hacer una relación de puntos a tener en cuenta a la hora de mejorar no solo nuestro aspecto exterior, sino también nuestra actitud.
Hace poco tiempo terminé curso de protocolo social y etiqueta masculina ( impartido por Miguel del Amo, gran profesional y estupendo comunicador) el cual me sirvió en parte para reafirmarme que para tener estilo hay que trabajar tanto en nuestra imagen como en nuestra actitud. Además, no hace mucho tuve el placer de leer el libro «Como ser una mujer A y ponerse el mundo por chapeau» escrito por mi admirado amigo Carlos García-Calvo y esto también me sirvió para reafirmar mi teoría de que estilo y actitud van de la mano ( el libro de Carlos merece un post entero y os lo recomiendo).
Contenido
Que no hace una persona con estilo (I):
– Palabras mal sonantes: Evítalas a toda costa puesto que en ningún momento enfatizan más lo que quieres expresar. Una vez que te acostumbres a no utilizarlas, créeme te sonarán fatal en boca de los demás ( con esto sucede algo similar a lo que experimenta un ex-fumador cuando al cabo de un tiempo aborrece el olor a tabaco).
– Monólogo: Las personas con estilo dejan hablar a los demás y sobretodo escuchan para poder mantener una conversación coherente. No hay nada más aburrido que un interlocutor quien no te deja participar de la conversación. Esto se llama «monólogo» y conversación es entre dos personas. Quizás la otra persona deje que hables pero precisamente porque sabe que lo correcto es prestar atención y no monopolizar la conversación.
– Yo, mi & me: ¿ Verdad que te gusta que te pregunten qué tal estás, cómo te va el trabajo o la vida? Pues haz lo mismo con las demás personas puesto que es un claro signo de interés y atención por nuestra parte. Saber que alguien se preocupa por nuestro estado es siempre agradable.
– Alzar la voz: No importa si el motivo es por un enfado o por un motivo de alegría, pero no hay nada más «low cost» que una persona alzando la voz por encima del resto. Si es imprescindible hablar muy alto por el motivo que sea, el lugar apropiado es en nuestra casa cuando no molestemos a nadie. Es una cuestión de respeto y de no interrumpir la conversación de las demás personas.
– Arrasar: Y con esto me refiero a que una persona con estilo si ve que alguien se dirige hacia un mostrador al mismo tiempo que él o ella, este no acelerará el paso a la par que saca un codo para darle a su «oponente » un golpe y llegar antes que él al mostrador. Una persona con estilo, se parara y con una leve sonrisa dirá : «Por favor, usted primero».
Quitémonos la absurda idea de la cabeza de llegar y ser el primero en todo porque no lleva a ninguna parte.
Que hacen las personas con estilo (I) :
– Discreción: Una persona con estilo nunca transmitirá juicios personales a otra persona y menos en sociedad. Por supuesto, jamás utilizará expresiones tan vulgares como » has engordado», «tienes cara de cansada» o «yo tengo el mismo vestido, es «del» Zara y me costo 29,90.-€«… (sabéis que esta situación se repite muy a menudo, mucho más de lo que desearíamos).Hace tiempo escribí un post sobre este tema (aquí puedes verlo) y en este ya incluí este punto por la importancia que tiene para mi.
La discreción es una de las virtudes más valoradas en una persona y se convierte en una premisa fundamental para alguien cuya aspiración es tener estilo.
– Evitan conflictos: Sé que este punto no es sencillo, pero con práctica se consigue. Evita a toda costa cualquier tipo de conflicto especialmente los verbales puesto que discutir con otro persona ( y más si alzamos la voz o utilizamos palabras mal sonantes), es un claro indicativo de que alguien carece de estilo. La razón no se tiene por gritar más y tampoco significa que no la tengas cuando te quedes callado para evitar este tipo de situaciones.
– Dinero: Este punto hay que tenerlo muy en cuenta puesto que el dinero es un tema muy personal y como ya hemos dicho evitaremos en todo momento los temas personales. En general es recomendable no hablar de cuánto vale algo y menos cuando el motivo de saber el precio no es trascendente .Un claro ejemplo es cuando le dices a alguien:
-¡Que bonito tu jersey!
-¿Te gusta?
-Si, te sienta fenomenal.
-Pues es «del» Zara -29,90-
-……….
Con esta última frase conviertes tu prenda en algo malo.., cuando la otra persona solamente te hacía un halago por tu buen gusto. En una situación como esta, lo correcto es que tu simplemente sonrías y un » me alegra que te guste, muchas gracias» desvíes la conversación hacía otro tema.
– Gracias & por favor: Con estas dos palabras sucede lo mismo con la ropa cuando decimos que nunca se esdemasiado elegante (en este caso demasiado educado). No importa si es en persona, por mail, por teléfono, por sms, … Gracias y por favor tienen que estar presentes en todas nuestras conversaciones. Cuesta muy poquito y la diferencia es más que evidente:
– Pásame una servilleta
– ¿Puedes pasarme un servilleta por favor?
Espero que os parezca interesante este primer post de varios más que escribiré sobre cómo tener estilo. Seguiré hablando de asesoría de imagen, moda y estilo de vida pero por muy básicos que nos puedan parecer estos puntos, son imprescindibles a la hora de ser una persona elegante y con estilo- sino innato- pues adquirido que es igual de válido.
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