
Habitualmente nos suele apetecer un cambio radical de imagen tras sufrir algún acontecimiento -más o menos- dramático en nuestra vida. Uno de los más habituales es la ruptura con una pareja, tras la cual siempre viene una gran motivación para perder peso y un cambio de peinado ( no te rías… sabes que es cierto).
Estos dos pasos son comprensibles y hasta recomendables, pero lo que no es nada recomendable es un cambio de imagen radical en un corto espacio de tiempo sin meditarlo y consultarlo con un profesional de la imagen quien nos pueda aconsejar sobre la conveniencia o no de dicho cambio. Llevar a cabo un cambio radical estás está muy bien para los programas de televisión, cuyos protagonistas no volvemos a ver ni sabemos lo bien o mal que les ha ido tras el cambio radical de imagen pero debemos pensarlo dos veces antes de ir a peluquería y decirle que nos rapen la cabeza….
¿Quiere esto decir que estoy en contra de un cambio de imagen? ¡En absoluto! Todo lo contrario , puesto que tenemos que experimentar, probar, vernos y evaluar cada cambio hasta realmente encontrar el aspecto que nos identifique y con el cual nos sentimos cómodos. Pero siempre a través de cambios graduales, poco a poco y con la seguridad de ir encontrando el estilo que realmente nos define .
Los cambios radicales es mejor dejarlos para programas tipo Extreme Makeover… (¿El maquillador profesional y el peluquero se quedan en casa de de la afortunada? Porque es la única manera de volver a lucir el mismo aspecto que el día del último capitulo del programa).
Soy el primero al que le gustan este tipo de programas – pero para verlos en la tele y no para que un cliente mío quiera un cambio radical en una semana. Tenemos más que comprobado que sin cirugía, pero eligiendo colores y formas adecuadas para la ropa, además de un peinado acorde a nuestro rostro, el cambio es impresionante ( y cualquier persona que se lo proponga ,con un poco de ayuda se puede conseguir).
El mayor problema de realizar un cambio radical es que no nos reconocemos nosotros mismos frente al espejo y esto motivará que nos sintamos inseguros y poco cómodos con nuestro nuevo aspecto. Además, está inseguridad se verá acentuada cuando tampoco nos reconozcan las personas que nos rodean. Para ello no es necesario que te hagas una cirugía extrema en todo el rostro, pero solamente cambiando tu corte de pelo, el color del mismo o incluso variando tus looks habituales ya será un paso importante ( y esto es lo que hacemos a través de nuestra asesoría de imagen: Definir el estilo de nuestros clientes)
Cómo os decía en el anterior párrafo, por supuesto que tenemos que realizar cambios de imagen y más si sabemos que algo falla en nuestro aspecto exterior. No es necesario que nadie te diga nada, tu mismo sabes cuándo tu forma de vestir no se corresponde con tu personalidad. ¿Y sabéis lo más triste? Que siempre que hablo con algún cliente/amigo el motivo para no dar el paso y realmente vestirse ( o peinarse) tal y como les gustaría es porque no estamos seguros de la reacción de aquellas personas que nos rodean y porque dar este paso requiere un alto grado de compromiso y esfuerzo por nuestra parte. Si logras superar esto teniendo confianza en ti y en tu look, créeme que el mundo se mira y te ve de otra forma.
Jamás vas a agradar a todas las personas que te rodean por muchos cambios de imagen que lleves a cabo, por eso lo más importante es agradarte a ti mismo y estar seguro de que tu aspecto transmite realmente aquello que quieres. Aquí radica la importancia de tu imagen: A través de ella muestras al mundo quién eres.