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El papel fundamental del asesor de imagen en política
Aunque tratemos de evitarlo, es innegable que las personas prejuzgamos a quien tenemos delante desde el primer momento según su forma de vestir, su actitud, su corte de pelo o su expresión. ¿Por qué si no hablaríamos tanto de la primera impresión? Y en el caso de la imagen política no es diferente: puede que el candidato sea tremendamente serio e inteligente o tenga muchas cosas que decir que desde luego son más importantes que su aspecto pero, ¿acaso no crea su imagen una predisposición a la hora de escuchar?
Precisamente uno de los objetivos que tiene un asesor de imagen para políticos es que su apariencia sea la correcta para que esta pase a un segundo plano dejando el protagonismo al mensaje que está comunicando puesto que sobre este debe estar el foco de atención.

Imagen y personalidad en política
Algo que es importante comprender es que una “buena imagen” no será igual para todo el mundo. La buena imagen no es algo genérico, sino que depende del contexto, la personalidad o la actitud que cada persona quiera transmitir.
Por ejemplo, un político que vista con trajes de corte clásico de color oscuro probablemente transmita una imagen conservadora y tradicional y una personalidad seria. En el lado opuesto, si vistiera una americana sin corbata o unos pantalones chinos en lugar de un traje transmitiría una imagen más jovial y desenfadada.
Aun así, la imagen desenfadada no significa que no esté estudiada al milímetro. Se debe evitar dar una sensación desaliñada, como la que darían prendas que no se ajustan perfectamente a la anatomía, tejidos que no combinan o están pasados de moda o prendas con las que la persona no se sienta cómoda (algo que se reflejaría en su comunicación no verbal, mostrando una menor seguridad).

Simbología de los colores
Otro punto de análisis son los colores: ¿O acaso no son los colores un gran símbolo de todo partido político? El color de la corbata, un pañuelo, unos cordones o un pin en la solapa de la chaqueta no son casuales. Probablemente un asesor de imagen para políticosse encuentra detrás de cada detalle, basándose en la simbología del partido y lo que quiera destacar en un acto o acontecimiento concretos.
Sin embargo, no siempre es sencillo lucir estos colores de una manera discreta, integrados con el resto de la indumentaria y combinados con los colores adecuados. Pero un profesional de la imagen tendrá la suficiente formación, experiencia y capacidad para armonizar toda la imagen acorde al mensaje que el político quiera transmitir.
Grandes líderes mundiales: ¿Qué nos dice su aspecto?
Un ejemplo muy interesante sobre la importancia de cuidar y planear la imagen al milímetro es el de la ex primera dama estadounidense Michelle Obama. Si la imagen de un político es importante, la de su familia o su cónyuge lo es también. Según ella misma ha comentado en alguna entrevista, el hecho de ser la primera dama y, además, la primera dama de color le ponía en una posición en la que no debía destacar por su ostentosidad, pero tampoco por lo contrario. Por esto nunca quiso ser un icono de la moda, algo que sí han sido (e incluso ha favorecido) a otras mujeres de grandes líderes.
El hecho de llegar a un punto medio, no destacar demasiado pero a la vez mostrarse como una persona fuerte, determinada y bondadosa fue todo un reto al que sus asesores de imagen le ayudaron a enfrentarse (con muy buen resultado).

Si buscamos ejemplos más cercanos, sería tan sencillo como mirar hacia los representantes de los principales partidos políticos en España para darse cuenta de cómo cada uno tiene un estilo cuidado, definido, que sigue la línea de lo que representan y quieren transmitir. Desde Pablo Iglesias hasta Pablo Casado, las diferencias son claras e intencionadas. Pero ni siquiera hace falta irse a los extremos, sino que todos ellos tienen una personalidad muy marcada.
El papel del asesor de imagen profesional
Aunque la imagen sea algo tan importante, está claro que los políticos no tienen por qué ser expertos en este ámbito y que tampoco pueden destinar una gran cantidad de tiempo a decidir cuál será su look o su peinado cada día, teniendo en cuenta el trabajo que deben desarrollar. Un buen equipo es la clave para sacar un trabajo o una campaña electoral adelante y sin duda el asesor de imagen para políticos es una pieza clave a tener en cuenta dentro de ese equipo. De hecho, en el caso de personalidades muy importantes es probable que no solo haya un asesor sino también un peluquero o un maquillador, que trabajen juntos para pulir cada detalle.
¿Y cómo elegir al mejor asesor? Aunque esta pregunta serviría para servir un artículo completo, hay algo que no puede faltar: la profesionalidad y la experiencia en el ámbito de la asesoría de imagen. Pero el mejor asesor de imagen será siempre aquél con quien tanto un cliente particular como una persona pública se sienta cómodo y perciba que juntos pueden conseguir el objetivo que tengan marcado.