Igual que el hábito no hace al monje. Un hombre vestido con traje no es necesariamente un hombre elegante, aunque un hombre elegante… necesariamente sabe llevar un traje. Lo sé. Soy una clásica empedernida…
En cualquier caso, no quiero hablar aquí sobre trajes bien y mal llevados. Si no, ya que es un blog sobre caprichos y pequeños placeres… voy a hablar de uno de mis placeres, confesable. Los hombres vestidos con traje. Ese es mi placer como mujer, pero si fuese hombre, mi capricho serían los trajes hechos a medida, en una buena sastrería de toda la vida.
Y es de esto de lo que os quiero hablar: Cómo hacerse un buen traje a medida y por qué.
Para comenzar…. Seamos sinceros. No a todos nos sobra como para que todos nuestros trajes sean a medida, así que seamos prácticos. Recurramos a algo clásico, que podamos utilizar en distintas ocasiones. El traje de levita color crema puede estar muy bien en alguna ocasión… pero recomiendo recurrir, en este caso, a la sección de oportunidades…
Veamos, pues, qué aspectos debemos tener en cuenta para hacernos un buen traje versátil:
El color:
No te líes. Azul marino o gris Oxford. El negro también es precioso, pero solo lo debes usar en reuniones en las que tú seas el centro de atención. Ojo! Si es tu caso… a por ello! (Te envidio profundamente). El gris claro me enloquece en telas estampadas con cuadros… pero, ahora vamos con ese tema.
El estampado:
La raya diplomática, el ojo de perdiz y los colores lisos nunca defraudan! Y entre estos, siento una especial debilidad por el ojo de perdiz. En cualquier caso, otro clásico, un poco más arriesgado, son los cuadros príncipe de gales. Absolutamente maravillosos. Si ya te lías la manta a la cabeza y te haces un traje completo con chaleco… lo clavas! Pero claro, se recuerda más. Digamos que debemos dejarlo para tu tercer traje a medida. En el primero conviene empezar por algo menos definitorio.
El tejido:
Voto por la lana fría. No defrauda. Y ya que te vas a hacer un buen traje, déjate los cuartos en una buena tela! Y si nos ponemos muy finos… que el forro sea de seda.
El tipo de traje:
Los tres botones han estado muy de moda… y sí, me gustan. Si lo combinas con chaleco, me encanta. Pero, por favor, solo si eres un figurín.
Si tu físico es más de tipo “mortal”, déjalo en uno de dos botones con la chaqueta recta, menos entallada.
Ah! Y si es un traje reservado para ocasiones especiales, opta por una única apertura central en la espalda. Es más elegante.
Lo sé. Ahora me dirás que todo esto lo consigues con tu traje de Fórmula Joven… Lo siento pero no.
Primero: no nos engañemos. La chaqueta, o te queda grande y parece que te la ha prestado tu padre; o te queda pequeña y te hace esa horrible bolsa en la chepa (me supera!).
Por cierto! Este verano vi a Fran Rivera en Ronda… y las vacaciones no le han sentado bien. Todos cogemos unos kilitos, pero el pobre, además, se tuvo que enfundar un traje… y claro, no pasaba desapercibido.
Otro detalle muy delator: los botones pegados en la manga. En uno hecho a medida, los botones abren y cierran (Aunque jamás lo hagas).
Por último, reconócelo. El forro, al final, acaba saliendo por la manga…
¿Te he convencido? Pues date un capricho! Y recuerda, siempre con zapatos de cordones! Como te vea con los mocasines castellanos…
Este magnífico post ha sido una colaboración de nuestra amiga Lorena de http://www.tualgoprestado.com/, especialista en ropa, zapatos y accesorios para bodas. Si tenéis alguna boda en vuestra agenda, seguro que os puede ayudar.
Os recomiendo que echéis un vistazo, puesto que «Si hizo feliz a alguien, te hará feliz a ti».
!Gracias Lorena!
comparto la misma opinion los trajes para caballero no le quedan bien a cualquier persona
comparto la misma opinion los trajes para caballero no hace a la persona
Pues si y menos cuando la persona que lo lleva no se siente còmodo.
Un abrazo 🙂