
Una de las mayores habilidades que tiene que tener un buen asesor de imagen es ser capaz de identificar la personalidad de un cliente, conocer sus objetivos y conseguir fusionar ambos en su imagen personal o profesional.
Cuando alguien decide que ha llegado el momento de contratar a un asesor de imagen, una de las dudas más habituales que suelen aparecer es : «¿Me veré disfrazado?«.
En mi caso siempre trato de explicar al cliente que bajo ningún concepto se verá disfrazado puesto que quien elegirá las prendas que quiere utilizar será él o ella. Mi función como asesor de imagen es darle un amplio abanico de opciones en base a sus preferencias, sus características físicas y su estilo de vida. Teniendo claro varios conceptos clave a la hora de elegir la ropa para un cliente, el propio cliente se verá favorecido y por tanto no le dará la sensación de disfraz sino de tener una imagen acorde a lo que tenía en su mente y por supuesto acorde a su propia personalidad.
Con las indicaciones adecuadas ( colores, formas, estilo, etc…), le resultará mucho más sencillo aplicar en su día a día la teoría que revisamos durante una primera parte del proceso de asesoría de imagen. Por supuesto que contratar un asesor de imagen cambiará por completo tu forma de ver la ropa y cómo se combina. Pero no solo eso, sino que te dará unas pautas muy sencillas de seguir para que las puedas utilizar cada día y de esta forma conseguir la imagen que quieres y con la cual te sientes confortable.
Sin duda alguna ,una vez que hayas dado los primeros pasos con un asesor de imagen a tu lado y tengas tu vestidor o armario actualizado, es fundamental que sigas las indicaciones marcadas para que apliques todos los consejos e indicaciones a tu forma de seleccionar la ropa y vestirte. Al principio te costará un poco al igual que cualquier otro cambio que lleves a cabo en tu vida ( y más un cambio que verás cada día frente a tu espejo). Pero siendo constante, al cabo de muy poco tiempo este cambio se convertirá en un habito, de manera que aplicarás todo lo aprendido a tu forma de vestir casi sin darte cuenta.
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¡ No sé nada de moda ni me gusta!
Perfecto, entonces contratar un asesor de imagen será la mejor opción para ti porque él se encargará de todo para que consigas una imagen personal y profesional acorde a tus objetivos y preferencias.
En mi caso lo importante no son las tendencias o las prendas populares durante una temporada. Lo importante es el objetivo que tiene mi cliente, conocer sus preferencias relativas a la ropa, su estilo de vida , referencias estéticas y un largo etc… Una vez que dispongo de todos estos datos, el siguiente paso es elaborar un plan de acción para conseguir el objetivo marcado. De esta forma tanto yo como asesor de imagen como mi cliente, siempre conocemos el camino que vamos a recorrer de antemano y esto nos ahorra mucho tiempo y por supuesto también dinero.
Es fundamental que un asesor de imagen tenga una buena formación en imagen personal y profesional y la habilidad de aplicar y trasladar estos conocimientos a cada cliente, independiente del objetivo que tenga el cliente. Además es necesario que un asesor de imagen tenga conocimientos sobre el máximo de áreas relacionadas con la imagen: Tipos de peinados que favorecedn a un cliente acorde a su rostro, maquillaje , mejoras estéticas, etc… Y lo más importante: Saber identificar el estilo y la personalidad del cliente para poder elegir un vestuario acorde a la misma.
La importancia de la imagen
Cuando conocemos a una persona por primera vez, tardamos 7 segundos en hacernos una idea sobre quién es y qué puede aportarnos (especialmente en el ámbito profesional). Lógicamente durante este breve espacio de tiempo lo que hemos valorado es la imagen exterior de la persona y su actitud.
Si tu imagen se corresponde con tu personalidad, con tu estilo real y además representa tus habilidades, esa primera impresión será perfecta y por tanto dejarás una huella muy positiva. En marketing para promocionar un producto es fundamental el packaging del mismo: Un buen producto con un packaging descuidado está destinado al fracaso comercial. Esto mismo podríamos aplicarlo a nuestra imagen y por supuesto utilizarlo a nuestro favor.
Además, otro punto a tener en cuenta es que a medida que avanzamos en la vida nuestras circunstancias personales y profesionales van cambiando. Llegados a un punto es indispensable parar y revisar nuestra imagen para verificar si realmente está adaptada a nuestra vida actual, a nuestro trabajo o incluso a nuestros gustos presentes ( los cuales rara vez coinciden con los que teníamos hace años….).
Contratar un asesor de imagen te ayudará a conseguir esta actualización de imagen de una forma sencilla, correcta y empleando para ello el menor tiempo posible. Pero además, te mostrará cómo invertir correctamente en ropa y sacar el máximo partido a las prendas que ya tienes con nuevas combinaciones y posibilidades. Esto no solo te ahorrará tiempo sino una cantidad considerable de dinero. Además, que la mejor inversión que podemos hacer es nosotros mismos y más cuando se trata de tu imagen; Tu carta de presentación ante el mundo.